
La lluvia y yo no hemos podido ser amigas,
aun cuando nos presentaste en un amoroso ritual
Intenté acogerla porque tú querías que lo hiciera
Intenté que los pies mojados fueran el mar que seguía mi andar
con el cuerpo colmado de la humedad del amor
con gotas como rocío de primavera en mi pelo
Pero no.
Tanta agua, me humedece el alma
y se me escapa por los ojos
como lágrimas por pasados futuros esperados
con la incertidumbre de un presente hermoso