domingo, 22 de septiembre de 2013

Rescate


Cuando los pasos son huellas y luego caminos
Invoco nombres desde una caja de galletas
Caen  huesos negros desde el cielo
Cuando el sonido no es más que un susurro
Rescato la vida desde un entierro de sueños

domingo, 4 de agosto de 2013

Historia de un Abuelo



Estaba cansado de esa vida monótona y rutinaria. Desde adolescente había trabajado en la imprenta que había montado su padre, tras llegar desde Alemania. Aun cuando bordeaba los 25 años y ya no era un jovencito, era el menor y por ello, siempre le tocarían las tareas más aburridas del negocio familiar.

Cierta tarde, apoyado en la puerta de la Imprenta fumaba el primer cigarro del día, vio que en la esquina contraria se estaba armando una carpa. Se acercó curioso para saber de qué se trataba. Entró y en ese instante, sus ojos se encontraron con aquellos ojos negros que lo amarraron para siempre.  Un par de frases sueltas le bastaron para saber que había encontrado su lugar en el mundo. Era lo que buscaba, música, canto, baile, risas y ……ella.
No se demoró mucho en abandonar la casa de sus padres y el negocio familiar, tomar su guitarra y sumarse a la fiesta prometida por aquella carpa de la esquina.
Al principio la fiesta cumplía sus expectativas, viajó de pueblo en pueblo, cantando las canciones que había aprendido de los operarios de la imprenta, repertorio que luego amplió con aquellas que fue conociendo en sus viajes con el grupo y con las que creó entre trasnochadas, su cigarrillo y su vaso de vino tinto. Pasaron varios años en esa vida nómade, afianzando experiencias, amistades y ciertamente, su amor por Aidé, la mujer de ojos negros. También pasaron frio y hambre, cuando el invierno amenazaba la concurrencia a la carpa. Pero, eran felices, tanto que jamás volvió a su Concepción natal.
Su amor por Aidé era inmenso y sería eterno. Y lo fue hasta el año 1936, cuando nació su hijo y murió su amor, en el mismo acto, como una coincidencia trágica. Después de eso nada fue igual, ni el canto, ni la guitarra ni su hijo le devolvieron las ganas de vivir.
Durante los siguientes 4 años, sus días transcurrían tristes, con una guitarra llorosa, el humo de un cigarro y con el vaso de vino cada vez más pegado a su mano. Los dolores al estómago eran el síntoma más fuerte del cáncer, que no eran más que la muestra de su decisión de entregarse a las nubes de la muerte.
Los avances de su pequeño hijo no eran suficientes para justificar el abrir los ojos cada mañana. En Buin, una noche cualquiera, su cuerpo no pudo o no quiso seguir y se fue tras los pasos de Aidé.

jueves, 4 de julio de 2013

AYER


Recorro de punta a punta mis suspiroscuento una a una mis sonrisasno son tantas como fueronpero son suaves como brisas

domingo, 5 de mayo de 2013

Santiago



Voy a caminar por un Santiago
despierto de enmudecida letanía,
con el miedo pegado a los zapatos,
con el corazón ardiente y la espalda fría,
con miles de nombres colgando desde lágrimas de ojos anegados,
llevando una memoria que intentan borrar a golpes,
con la cara cubierta para que el viento no robe mis ojos de futuro
y mi promesa de esperanza

sábado, 4 de mayo de 2013

Adios


Solo este instante existe 
no hay certezas en el pasado
no hay recuerdos pendientes
nada te debo
nada me debes

lunes, 22 de abril de 2013

Mientras llegas



Mientras llegas,
doy cuerda a relojes que no existen
pinto retratos de tu cuerpo invisible
canto poemas de lo inaudible
Escalo montañas de sueños
hago equilibrio en las estrellas,
bailo sobre olas de risas
hasta que llegues.....




jueves, 18 de abril de 2013

PRIMERA VEZ

Vienes lento, pero vienes
te miro, me miras
te inhalo y exhalo mi deseo
dejo que sigas
a pesar de mi recelo

Tu voz en mi lengua
tu alma en mis uñas
mis piernas te abrazan
en danza pura

miércoles, 17 de abril de 2013

TE TENGO


Escapa de mí ahora que aun puedes
te doy tiempo de no sentirme
te doy silencio para no oirme
hazlo antes de que despierte
luego, no podré resistirme

Será tarde cuando tu voz entre en mi vigilia
entonces, mi cuerpo te envolverá como capullo
arañaré tus huesos como náufraga
tus gritos serán sólo murmullo
mi tibio aliento se apegará a tu piel
hasta dejarte convertido en llaga

martes, 9 de abril de 2013

LAGRIMA


Quién eres? - preguntó jalando su pelo

A veces
soy cristal cayendo estrepitoso,
bullicioso en medio del otoño

A veces
sólo caigo, lanzando mi cuerpo al vacío
con silencio de muerte

Pero siempre o casi siempre,
soy la hoja que irrumpe sigilosa,
para que no veas esta lágrima
pródiga del tiempo que destroza

viernes, 8 de febrero de 2013

Quiero, quiero, quiero

Si hay algo que agradezco a la vida, es enseñarme el valor de las amigas como soporte para avanzar en las turbulencias del devenir diario y en el trascendente.
Como resultado de mis últimas conversaciones respecto del estado actual de las mujeres cuarentonas separadas, he podido concluir lo siguiente:
Hasta los 30 años (en mis tiempos, hoy el plazo es mayor), caminamos con el vestido de novias en la cartera, esperando encontrar a aquel con quien construir un futuro que incluye la tradicional casa propia, los hijos, los colegios con toda su dinámica familiar, etc. ¿Pero qué pasa cuando llegamos a los 40? ¿lo logrado es lo que realmente queríamos? Cuando la respuesta es No, se nos viene el proyecto entero al suelo, con las consiguientes visitas a psicólogos o psiquiatras que nos permitan mantener cierta estabilidad.
Bueno, no tengo claro si es lo que hemos vivido todas, pero fue lo que me pasó a mí. 
Hoy, con 48 años, miro hacia atrás y veo que mi proyecto no se cayó en realidad, cumplí con todo lo esperado y con creces. Formé una familia hermosa y aun cuando el matrimonio haya terminado, mi ex sigue siendo una de las personas que más quiero, es un hermano para quien siempre estaré disponible y quien estará siempre disponible para mí. 
Por lo mismo, hoy no aspiro a formar una familia nueva, no quiero a alguien que me ayude a arreglar enchufes, ni a ver cómo pagamos las cuentas, que vaya al supermercado o vaya conmigo a la feria. Ni siquiera aspiro a que mis hijos o mis padres acepten a ese alguien.

Lo que quiero quiero quiero es un compañero para disfrutar la vida, amarnos absolutamente, perder la respiración haciendo el amor cada vez que podamos, salir a pasear de la mano, que prefiera mi compañía a otra cualquiera, conversar la noche entera de política, literatura, música. ¿Será mucho pedir?. 

Aunque sea mucho pedir, no aceptaré menos que eso. Por lo mismo, decreto que a partir de ahora, me prepararé para ese amor. No importa si no llega. Dejo atrás todas mis ataduras físicas, mentales, emocionales, y lo que más me costará, mis amores pasados.