
sueño, como resquebrajado anochecer de niña abandonada
caigo, con el estruendo de un huracán acallado por la fuga de violines
huyo, perseguida por recuerdos que no retengo
evito sombras que me eclipsan
vuelo, sueño, caigo, huyo y evito
pero por sobre todo y sobre nada
reino en mi presente como otros lo hicieron en mi pasado
en mis sábanas frías y en humo de mi cigarrillo
en mi alcancia sin fondos y en las cuentas pendientes
en mis canas y en mi ropa vieja
en mi soledad fragmentada a ratos