
Hay días como hoy, en que quisiera sólo pasar. Esos días en que no te gusta lo que ves en el espejo, en que siento que mis platillos chinos se caen sin poder evitarlo.
Me gustaría que todo lo que hago y digo en días lunes fríos como hoy, tengan la caracterísitica de ser transitorio, por lo menos hasta que salga el sol. Que exista un decreto que me autorice a no trabajar, a no ser mamá formadora, a no ser ama de gatos que se enferman, a no ser dueña de casa que tiene que decidir qué se come hoy, a no ser compañera comprensiva de atrasos, de olvidos y de palabras equívocas. A no ser hija ni hermana oyente de críticas que no me interesan. A no ser amiga que se siente culpable de no devolver llamadas. A no haber respetado un flujo de caja confeccionado hace meses. A no sentirme en deuda por no haber ido a misa ayer.
Quisiera sólo desaparecer, pero por un rato, hasta que el sol vuelva. Acostarme y taparme la cabeza y dejar que la vida transcurra sin apuros, con tiempo de reconciliarme conmigo misma y con los demás.
Tengo la clara convicción sobre la transitoriedad de esta petición. Ya mañana martes, con o sin sol, me gustará más la persona que veo en el espejo, tendré la fuerza de enfrentar al mundo familiar (que me ha sido bastante hostil últimamente), habré decidido si hospitalizo a mis gatos y seguiré omitiendo el flujo de caja para pagarlo, tendremos claro el menú semanal y terminaré el día con un beso de amor, que es el premio por pasar muchos de estos quebrantos.
Como bien decía Scarlett O'Hara, mañana será otro día
te entiendo
ResponderEliminarson días túrsidos
calurosos y fríos
breves y eternos
días
en que el día
nos queda grande
o nos queda chico